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lunes, 16 de agosto de 2010


Cuentos con moraleja


En muchas de sus obras, los escritores intentan transmitir una conclusión o una enseñanza, con la intención de que el lector asimile el contenido. Este tipo de mensaje es conocido como moraleja.

La moraleja es muy usual en los textos didácticos o en aquellos dirigidos a los niños. Por eso, suele aparecer en las fábulas, en los poemas infantiles y en los cuentos cortos. Podría decirse que la moraleja es una lección que se aprende a partir de un relato o de una historia.

Existen distintas formas de presentar una moraleja: hay autores que prefieren sugerirla y esperar que el lector sea capaz de establecerla por sí mismo; otros, en cambio, prefieren explicitar la enseñanza en una máxima.
Una característica común de los cuentos con moraleja es que se utilizan personajes muy tipificados, para facilitar la transmisión del mensaje y eliminar la complejidad individual. Así, por ejemplo, Esopo eligió a una tortuga y una liebre para mostrar que la constancia y la perseverancia permiten lograr un objetivo, a diferencia del orgullo y el descuido. En su relato, la tortuga era lenta pero decidida, a diferencia de la liebre altanera.

En general, podría decirse que casi todos los cuentos infantiles incluyen una moraleja. Un claro ejemplo de esto es el clásico “Caperucita Roja”, la obra de Charles Perrault. En este caso, la moraleja está implícita y refiere a los peligros que acarrea desobedecer a los adultos. A su vez, muestra cómo los niños no deben confiar en los desconocidos, ya que esa conducta puede resultar peligrosa.

Otro cuento clásico que presenta una moraleja es “Pinocho”, de Carlo Collodi.
Aqui se muestra como la mentira es una marca que lleva grabada quien acude a ella. Por eso, “Pinocho” es un texto aleccionador donde la mentira aparece como un estigma que los niños deberían evitar.
Lectura infantil


La lectura es un aspecto clave en la formación de un niño. Los libros siempre plantean un desafío y promueven una actitud activa para el lector. Por otra parte, los niños que adquieren hábitos de lectura desde temprana edad tienen grandes posibilidades de mantenerlos en la vida adulta.

La literatura infantil no se limita a presentar los relatos: también se dedica a enseñar a través de sus textos. Por eso es muy común que los cuentos presenten moraleja, una especie de reflexión o conclusión realizada por el autor con la intención de transmitir una enseñanza.

Otro tópico muy usual dentro de la literatura infantil son los cuentos de hadas. Desde los relatos medievales, estos seres son asociados a los hechizos o encantamientos. Con el tiempo, las historias comenzaron a incluir también a las hadas madrinas, capaces de conceder deseos con el uso de la magia.

Muchos de los mejores relatos de la literatura infantil trascendieron en forma masiva gracias a los estudios Disney. A través de esta compañía, niños de distintas generaciones pudieron ver en acción a los personajes de “La sirenita”, un cuento de Hans Christian Andersen; “101 dálmatas”, escrita por Dodie Smith; “Bambi”, creada por Felix Salten; y “Aladino”, una de las aventuras de “Las mil y una noches”.

Resultaría imposible enumerar todos los cuentos infantiles que han quedado en la historia de la literatura infantil. “Pinocho” (de Carlo Collodi) y “Caperucita roja” (popularizado por Charles Perrault), por ejemplo, fueron dos grandes éxitos. Lo mismo podría decirse de numerosas obras de los Hermanos Grimm, como “Blancanieves y los siete enanitos”, “Hansel y Gretel”, “La Cenicienta”, “La Bella Durmiente”, “El sastrecillo valiente”, “Rapunzel” y “Pulgarcito”, entre otras.


Como puede verse, los niños tienen a su disposición una amplia variedad de relatos para acercarse al mundo literario. Es responsabilidad de los padres y docentes descubrir cómo propiciar el acercamiento de los más pequeños a los libros.

domingo, 18 de julio de 2010

La adquisición de la lectoescritura en el nivel inicial

Silvia Gabriela Combes
Profesora de nivel preescolar completo


La lectura debe ser compartida para existir plenamente. Leer le abre al lector las ventanas de acceso a diversos mundos, tanto reales como imaginarios.
Leer juntos es un momento fabuloso para que un niño pueda aprender lo que significa la escritura. El sucesivo acercamiento del niño a la obra literaria le posibilitará, no solamente un certero conocimiento del mundo que lo rodea, a través de situaciones reales, sino que también le permitirá adecuarse a la sociedad en que le toca vivir.
Comenzará a comprender que las letras forman palabras y que las palabras a nombran las imágenes. También aprenderá que cada letra tiene un sonido propio.
Disfrutar de cada uno de los pequeños y los grandes placeres que la lectura proporciona, con el niño que aún no sabe leer, y que está aprendiendo, es el modo óptimo de adquirir logros inmediatos y mediatos, propiciar su desarrollo como persona, brindarle acceso al mundo del conocimiento, desplegar las alas de su fantasía, sentar las bases para que el aprendizaje de la lectura sea sólido.
Los niños que se han puesto en contacto con la lectura a muy corta edad, aprenden a leer más rápido y con mayor facilidad. Lo realmente valioso no es que reconozcan los códigos de la letra escrita, sino que nazca en ellos el deseo de descubrir todos los tesoros que la lectura les promete. Y cuanto más disímiles sean las lecturas compartidas, mejor comprenderán que más que un descubrir el código secreto, la lectura es la llave que abre la puertas a mundos inimaginados.
La lectura y la escritura van juntas. Mientras que el niño aprende una, simultáneamente está aprendiendo la otra. Los garabatos y los dibujos son sus primeros esbozos de escritura. Pronto empezará a escribir las letras del alfabeto. Esto le ayudará a discriminar los diferentes sonidos que cada una de ellas representa. Al ir descubriendo las letras y los diversos sonidos, éstos le darán la noción sobre cómo deletrear las palabras.
Cuando comience a escribir palabras enteras, muy posiblemente lo realizará cometiendo errores ortográficos. De todos modos será digno de valorar su esfuerzo, y nos daremos cuenta de que su intento es bastante bueno por ser la primera vez.
Al leerle en voz alta, será importante realizar una pausa de vez en cuando, y señalarle las distintas letras y palabras que el relato contiene; como así también relacionarlas con los dibujos que representan cada una de ellas.
Para cuando alcanzan la edad de 4 años, los niños empiezan a entender que las palabras escritas contienen un significado. A los 5 años, la mayoría comienza a notar que las palabras están ubicadas espacialmente de izquierda a derecha. Muchos niños, en esta etapa, inclusive comienzan a identificar letras mayúsculas y minúsculas y a "leer" palabras simples. Al finalizar el nivel inicial, el niño tal vez quiera leer por su propia cuenta. Será importante permitir que lo haga, pero siempre y cuando esta iniciativa surja de él mismo. La lectura debe ser un motivo por el cual se sienta orgulloso.
Poco a poco su lenguaje interior se irá conformando, así se sentirá seguro y podrá disfrutar, plenamente, del discurso literario. Hay muchas ocasiones que son propicias para compartir una buena lectura: al viajar en el coche, mientras retomamos el camino a casa, escuchando una grabación con uno o varios cuentos... Pero, verdaderamente, el momento especial para llevar a cabo esa lectura compartida es, obviamente, en su cuarto, cuando el niño se va a dormir.
El cuento de la noche debe tener un ritual propio. Para comenzar, será preciso que se le asigne un tiempo exclusivo, dedicado sólo a disfrutar juntos de la lectura, sin padecer interrupciones. Tanto el adulto como el niño, tienen que sentirse cómodos, a gusto: sentados o acostados, siempre cerca uno del otro para que el pequeño logre contemplar las imágenes sin dificultad y también para intercambiar instantes de afecto. La elección puede realizarla el niño, aunque también es bueno que se le ofrezca alguna otra propuesta.
Al efectuar la lectura, el adulto no solo recrea la historia con su voz, sino que debe además incorporar sus dotes actorales para sacar a luz la emoción y el suspenso que el relato conlleve. Si al finalizar la narración, el niño quiere hacer algún comentario, acerca de lo que el cuento le dejó, hay que detenerse a escuchar su reflexión sobre lo que acaba de oír. Pero el comentario debe ser siempre espontáneo, no se lo puede forzar a que realice un relato. Y siempre, de más está decirlo... leer el cuento del principio al fin.

LECTOESCRITURA EN EDUCACIÓN INFANTIL


ALGUNAS IDEAS SOBRE EL PROCESO DE LECTOESCRITURA


Consideraciones previas:


Los niños y las niñas de tres, cuatro y cinco años no deben estar todo el día pegados al pupitre, escribiendo y leyendo. La Educación Infantil posee unas características propias: el juego, la comunicación oral y corporal, la relación afectiva, los hábitos de cuidado personal, etc.
Cada niña y cada niño tienen un desarrollo madurativo propio que tenemos que respetar, y mediante el proceso de aprendizaje de la lectoescritura con el que queremos trabajar se favorece el atender a cada uno de los distintos ritmos de desarrollo.
Todas hemos dicho a veces frases como “mi hija ya sabe leer”, pero ahora estamos inmersas en otro proceso de educación distinto, y contamos con que las niñas y los niños saben leer y escribir desde un principio, independientemente de que a las personas adultas nos cueste entenderles.
Proponemos trabajar el lenguaje escrito desde los tres años de edad. No sólo es posible, como venimos demostrando en cursos anteriores, sino que los alumnos y las alumnas de Educación Infantil se lo pasan estupendamente y aprenden un montón de cosas interesantes.
Debemos estimularles, ofrecerles la posibilidad de acceder al lenguaje escrito, pero no atormentarles, ni clasificarles, ni exigirles a todos unos conocimientos iguales.
Los niños y las niñas comprenden que el utilizar la escritura y la lectura sirve para comunicar, para gozar y disfrutar con ella, la rechazan cuando se les impone y se les desmotiva con calificativos negativos.

Papel de los padres y las madres:


SÍ a:


Manejar mucha cantidad y variedad de material impreso: revistas, propagandas, libros, periódicos, recetas, poesías, prospectos médicos, cuentos, carteles de la calle,...
Facilitar las iniciativas en las que les pidan material o ayuda para escribir y leer, dibujar, pintar,...
Leer con nuestros hijos o hijas las producciones que hayan realizado (notas informativas, poesías, trabajos o proyectos,...) valorando siempre positivamente su esfuerzo.
Hablarles muy claro y correctamente.
Aceptar las producciones de los niños y niñas como su forma de comunicarse desde el momento lectoescritor en el que se encuentran y no como errores que han cometido.
Continuar leyéndoles aunque veamos que son capaces de hacerlo por si mismas.


NO a:


Las valoraciones negativas, o bajo el punto de vista adulto, de sus producciones escritas.
Presionar o a comparar las producciones de vuestras hijas o hijos, siempre hay que respetar el proceso natural e individual en el que se encuentran.
Agobiarnos con el aprendizaje de la lectoescritura, y no a agobiar a nuestros hijos o hijas.


Etapas de maduración en lectoescritura:


Las etapas de maduración por las que las niñas y los niños pueden pasar en su proceso de aprendizaje son las siguientes:


1. Escritura no diferenciada:

Se caracteriza por una expresión de garabato, continuo o suelto, zig-zags, bucles,...
Todavía no diferencia el dibujo de la escritura.


2. Escritura diferenciada:

Comienzan a diferenciar el dibujo de la escritura.
Utilizan una cantidad de letras, números, pseudoletras, sin correspondencia entre lo escrito y lo oral.

Tantean diversas posibilidades para encontrar una relación entre oral y escrito:


. Varían la grafía.
. Varían la cantidad de grafías (palabras largas-cortas).
. Usan el mismo número de grafías (no tienen repertorio).
. Modifican el orden de las grafías.

3. Escritura silábica :

La primera relación oral-escrito que establecen es la de la sílaba. Es la primera unidad oral que son capaces de segmentar.
Escriben una grafía para cada golpe de voz o sílaba.
Tipos de correspondencia silábica:
Sin valor sonoro convencional. Para cada sílaba escriben una letra cualquiera. Ej.: S E M para PA TA TA
Con valor sonor convencional. Para cada sílaba escriben una letra que sí está en la sílaba. Puede ser:
. En las vocales. Ej.: I U A para PIN TU RA.
. En las consonantes. Ej.: P T para PA TO.
. En las vocales y en las consonantes. Ej.: P A T para PA TA TA.


4. Escritura silábico-alfabética:


Se dan cuenta de que la sílaba tiene más de una letra.
Al confrontar sus ideas con la escritura convencional descubren que hay más partes, que la escritura va más allá de la sílaba. Ejemplos:
. A LO para GA TO. Saben que hay dos letras en TO, pero no saben bien cuáles.
. DOI A para BOI NA. Buscan un valor sonoro próximo (B - D).

5. Escritura alfabética:


A cada sonido le corresponde una letra o grafía propia.
Escriben textos completos en una lectoescritura convencional como la que usamos en el mundo adulto.

miércoles, 14 de julio de 2010

Cuentos Clásicos Animados



Lectura y el placer de leer

http://http//www.educacioninicial.com/ei/contenidos/00/0250/268.ASP



Lectura En El Nivel Inicial

¿Qué nos aporta?

• Ayuda a desarrollar el vocabulario.
• El niño aprende el significado de las palabras al escucharlas en el contexto.
• A través de las historias, incorporan naturalmente la correcta construcción de las oraciones.
• Es la manera más fácil de aprender la sintaxis de cualquier idioma al escucharlo y usarlo continuamente.
• A quienes se les ha leído están más motivados a realizar la práctica de la lectura.
• Las oportunidades de acceso a situaciones de lectura determinan la pronunciación correcta, el significado y uso de los signos de puntuación (indicando la expresión).
• Ayuda a desarrollar mecanismos complejos en el cerebro como la comprensión, la anticipación, la predicción.
• Entran en juego muchas habilidades que se necesita para la inserción en nuestra sociedad.
• Otorga un pensamiento crítico.

Algunos aspectos a tener en cuenta:

• La calidad literaria.
• Un buen libro para niños debe resultar divertido, emocionante, atrapante, interesante o conmovedor.
• Si un adulto puede disfrutar de un libro, aunque esté destinado a niños de dos años, seguramente le gustará también al pequeño.
• Si es un texto narrativo, debe contar una buena historia, tener suspenso o generar ganas de seguir leyendo.
• Si es un poema o una canción, debe atender a la musicalidad.
• Debe combinar de manera sorprendente o especial las palabras que usamos todos los días.
• El texto tiene que poder conmover al lector en algún sentido: provocar risa, tristeza, nostalgia, miedo, ganas de vivir.
• El texto tiene que mostrarnos de algún modo nuestra propia realidad, aunque haga referencia a un mundo lejano.
• Los personajes deben poder revelarnos alguna faceta del ser humano, para poder reflexionar sobre ella.
• Atender a la calidad de las imágenes y de la edición. Las imágenes deben permitir reconocer con claridad los rasgos de los objetos, especialmente en los libros destinados a los más pequeños, es decir, deben ser claras y legibles.
• Las imágenes no deben ser una mera copia de la realidad. Como todas las obras de arte, deben ser sugerentes y facilitar un despliegue de miradas. En otras palabras, debe observarse que las ilustraciones no sean estereotipadas o excesivamente realistas, sino ofrecer una visión del artista.
• Las ilustraciones deben ser sorprendentes, tener la capacidad de mostrarle otros puntos de vista, generar un extrañamiento.
• La variedad permite desarrollar el gusto por la lectura. Es posible que muchos niños digan que no les gusta leer por el simple hecho de que no se han encontrado aún con un libro que les cause alguna emoción.

Una buena selección de libros para niños debe incluir:

Cuentos, novelas, poemas, canciones, chistes, biografías, experimentos, informaciones sobre temas diversos, historietas, leyendas, enigmas, juegos, instrucciones y situaciones de la vida cotidiana.
A su vez, los textos literarios deben contemplar variadas temáticas: amor, humor, fantasía, terror, ciencia ficción, conflictos humanos, misterio y otros que motiven a los niños.


Leer en el nivel inicial

''Así como los niños y las niñas construyen su lengua oral en su interacción con el medio, también se apropian de la lengua escrita a partir de su interacción con un ambiente alfabetizado, rico en materiales escritos, y con adultos que leen y escriben. El Nivel Inicial debe posibilitar este encuentro con la escritura, en situaciones de significatividad personal y social, incentivando la curiosidad del niño y la niña por la lengua escrita".
A partir de la lectura de este fragmento, convendría plantearnos que significa leer en el Nivel lnicial. Desde ya que no adquiere la misma significación que en la EGB, sino que implica un acercamiento inicial a los textos escritos. Este acercamiento, en muchos casos, se inicia fuera de la escuela; la mayoría de los chicos de 5 años ha tenido, aunque mas no sea, un mínimo contacto con algunos tipos de texto; posee ciertas nociones sobre la función social de la lectura y la escritura y "maneja" diariamente distintos portadores:


• una invitación para un cumpleaños,

• la caja de un remedio, de un juguete o de un alimento,

• la receta de un medico,

• un libro de cuentos,

• una lista para el supermercado,

• el periódico,

• una revista, etc.

En aquellos lugares donde esta situación no se haya dado, la docente deberá empezar par el simple contacto con los diferentes tipos de texto.

martes, 13 de julio de 2010

Audiocuentos

http://http://www.milcuentos.com/
http://http://morellajimenez.com.do/cuentosaudio.htm

La Luna se puso Feliz




Cuento sobre la Luna y las Estrellas .


En la inmensidad del cielo vive la luna, quien se siente muy triste y apenada porque solo puede ser apreciada en las noches.
Un día las estrellas del cielo se juntaron y al ver lo desconsolada que estaba la luna le dijeron:
-¿Por qué estás triste?
- Porque solo salgo en las noches y estoy rodeada de oscuridad, no siento que sea divertido.
- Pero nosotras las estrellas brillamos a tu alrededor, te hacemos compañía y no estás tu sola. Además, tu haces que las noches sean románticas, que el sol se sienta acompañado cuando hay eclipse y que las noches se vuelvan alegres con tu presencia, pues alumbras lo que hay a tu alrededor.
La luna se puso feliz de sentirse valorada por las estrellas y entendió que su presencia era importante para los demás, por lo que era alguien muy especial.


Fin